También contribuye a eliminar el insomnio y baja los niveles de preocupación, nerviosismo y malestar emocional. La relajación muscular se ve incrementada, así como la tranquilidad emocional y el grado de bienestar. Es por ello que el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos lo recomienda como tratamiento para la ansiedad, los dolores de cabeza, la dificultad para dormir, el dolor crónico y los ataques de pánico.

Desde el punto de vista cognitivo, mejora el rendimiento de la memoria, la atención y contribuye a la flexibilidad del pensamiento. Recientes estudios lo sugieren como una clave para alcanzar una considerable conservación del funcionamiento mental durante el proceso de envejecimiento y, al mismo tiempo ofrece invaluable ayuda para adquirir habilidades cognitivas de autorregulación emocional.

Por esto que el mindfulness en personas mayores es recomendable, puesto que les ayuda en todos sus aspectos tanto físicos como mentales.

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